Ciguapas : Quinta Parte
La Ciguapa y Las Legiones Acompañantes:
Es una leyenda acerca de mujeres solitarias que caminan por las sierras o viven en el fondo de los arroyos o los lagos y que caminan por las noches, unas son descritas como bellas y otras no; unas pequeñitas y otras altas y esbeltas; casi todas andan desnudas, solo cubiertas por sus largas y bellas cabelleras, y con los pies al revés, de forma que los talones están para delante y los dedos hacia atrás.
En el libro titulado “Indios”, el escritor Juan Bosch presenta la ciguapa como una leyenda cibaeña, lo cual, es una apreciación totalmente inexacta. La describe como una diminuta mujer india cuyos cabellos la visten; tiene los pies al revés y solo camina de noche. Que abre las puertas de las cocinas campestres con el fin de comer carne cruda y que para atraparla hay que perseguirla con un perro negro con un dedo más (cinqueño).
La leyenda se enriquece agregando el dato que, enamoradas de algunos campesinos, los raptan para realizar el sexo con ellos, solo que teniéndolos entre sí, no los sueltan hasta sentirse embarazadas.
Se recuerda la triste historia de un campesino que se enamoro de una ciguapa que le llamaba la atención silbándolo todos los días cuando regresaba del conuco, hasta que una tarde con un crepúsculo maravilloso, ante la mirada indiferente de un sol que se había vestido de un color amarillo brillante, antes de irse a dormir logro acercarse a aquella mujer, de baja estatura, desnuda, y de una gran belleza que se resaltaba con unos grandes y expresivos ojos que apenas se veían entre la marañas de su pelo. Que se abrazaron con la fuerza de muchos pensamientos, de infinitos silencios, sin hablar, por que ella apenas decía yu, yu, yu..., y que todo fue de una sola entrega, hasta que, agotados los momentos, el pobre campesino no lograba separársele, porque ella no entendía la despedida o necesitaba sentirse fecundada, tal vez como un imperativo de su raza casi extinguida, de manera que este tuvo que matarla con su machete, ya en la oscuridad de la noche y ante la presencia de la luna y las estrellas, par apodéresela desprender. Así casi exactamente lo repite un campesino de 60 años llamado Manuel del Carmen Castillo, en las alturas de las montañas en un lugar llamado Palo de Caja, según se lo contó su padre hace ya mucho tiempo.
También se habla de la existencia de un ciguapo y del que embarazo a una mulata, teniendo una niña que sin tener los pies al revés no los tenia normales.
Las brujas
Se dice que son mujeres de mirada extraña que se encariñan con las recién paridas y hasta se mudan a sus casas para ayudarlas en los cuidados al recién nacido. En Bonao, por ejemplo se cree que les chupan la sangre a los niños y niñas, y los atrasan en su salud. Es importante la aclaración de que para ser bruja no se puede llamar ni Mercedes ni Maria, y que cuando van a ir volando exclaman: “Sin Dios y sin Maria Santísima.”
Son incontables las historias que se pueden recoger en toda la isla sobre brujas en los momentos actuales, a pesar de que se perciben diferentes grados de incredulidad en numerosos núcleos poblacionales, y siendo una creencia que heredamos de nuestros ancestros europeos aparece en toda la geografía, aunque se combina en muchos sitios con creencias de origen africano y aborigen.
En el cibao se relaciona la capacidad de volar con la presencia de hilos, afirmándose la idea de una bruja que existió en Licey en Medio, que siendo una señora muy conocida, como generalidad, se pasaba los días comprando bollitos de hilo de coser, y en las noches podía volar.
EL galipote
Se dice que es una persona que puede convertirse en distintas cosas y animales, y dicen que siempre lleva consigo un pelo de gafo de cerdo, de burro, de mulo, de caballo y plumas de distintas aves y si se ve en apuros solo aprieta el pelo o la pluma en su puño y reza una oración especial, entonces el se ve en forma de animal.
Los muertos
Jugaban mucho los indios e indias con el tema de los muertos y los aparecidos, al extremo de que se reportaba que a veces para asustar se embadurnaban en las noches de luciérnagas, haciéndose fosforescentes en las oscuridades para producir miedo. Se preocupaban por fantasmas o representación corpórea de los muertos, a los que llamaban Operitos, diferenciándolos de los vivos por que se mantenían comiendo guayaba y los machos que se ponían en actitud de pelear al igual que las hembras que se ponían en actitud de cohabitar, se desaparecían en el momento mas fuerte de ambas actividades.
Dicen en nuestros campos que los muertos no salen, solo que cuando cualquiera comienza a contar sus experiencias resulta que todos creen y defienden al haberse topado con algunos, o dan fe de conocidos que se ha visto en este trance.
En Najayo arriba se dice que las ánimas son espíritus de gente que ha muerto que por alguna razón no pueden descansar en paz, y hasta que esos espíritus se reúnen y caminan en el aire por zonas temidas por los campesinos, recordando las creencias de los indígenas.
En el paraje El Guineo, a Teofilo de los Santos lo encontraron muerto engurruñado, y después de agarrarlo y tirarlo por los pies y los sobacos tres veces llamándolo por su nombre pidiéndole que se enderezara, se enderezo. Pero el caso de Víctor de Jesús, en Los Botao, un lugar en Najayo abajo, hombre que según dicen nació con su misterio, desborda las expectativas. Asegura que cada vez que sale a caminar de noche por le campo establece conversaciones con los muertos; pero que no hay que temer, por que ellos estudian a las personas antes de aparecérseles, observan si sus huellas son frías o calientes, y si son frías no les salen, por que es que les tienen miedo y ellos saben que crearles problemas a los vivos empeora su situación donde están; que el habla con ellos como con los vivos pero sin mirarles a las espaldas, por que allí tienen un hoyo muy grande - son como huecos-; que cuando va llegando a su casa se pone de espaldas a la puerta y entra mirando al muerto de frente para no dejarlo entrar, por que se ha dado en caso de personas que estando en sus hogares se ponen malas al sentir la presencia de un muerto.
En nigua una anciana (ya difunta), dice que los muertos solo son vivos y los vivos los muertos, y a pesar del sueño, que tuvo en que vio que el lugar donde van las personas santas es como una playa grande y bonita, se aferra a este mundo terrenal combatiendo males y dolores. Las narraciones que dan cuenta de personas que han sido vistas caminado por lugares lejanos o cercanos a donde están muriendo en ese preciso memento en el que se las ve, que desandan, es aceptada abrumadoramente en nuestra sociedad, así como la condición de las personas que al momento de morir dicen en voz alta que se van conformes y tranquilas por que sus familiares están delante de ellas por que las han venido a buscar, llegando estos a decir los nombres de los parentescos que están viendo.
El tema de la muerte, los muertos y las apariciones es amplio, por cuanto en el, además de las herencias milenarias de las razas que nos conforman, cada hombre en su incertidumbre ante lo desconocido tiene un aporte que dar, y como en ningún otro esta dispuesto a escuchar y recibir y por que, además, el fantástico mundo de los sueños y las supuestas revelaciones lo hace cada vez mas amplio y complejo.
Los muertos vendidos
El que sin ser muy viejo, o aparentando buena salud se muere en los pueblos cercanos a la frontera, produciendo extrañeza en la comunidad o entre sus allegados cae como sospechoso de haber sido vendido. Creen que si una persona le quiere hacer daño a otra directamente o en algún pariente o ser querido, se combina con un brujo Boco y este por paga es capaz de hacer que el vendido se muera o aparente ante su comunidad que esta muerto, de manera que es enterrado y una de estas noches se aparecen unos personajes misteriosos, generalmente haitianos, que los sacan de su sepultura, llevándoselo para el país vecino; que lo arrean con formas de animales, ya sean becerros, chivos, toros, etc., que cuando lo lastiman el animal se queja lamentándose como gente.
Refieren que una de las características de esos muertos es que no se ponen rígidos ni fríos, sino que se mantienen con las carnes y las articulaciones blandas y hasta sudorosos, viéndose en algunos, inclusive un lagrimeo.
Son muchas las historias y narraciones que se pueden rescatar sobre el particular que se producen diariamente. Misterios ancestrales y creencias inverosímiles viven en la mente de nuestro pueblo y del país vecino.
Los resguardos
Los hombres, las mujeres, y las familias y los grupos, viven haciéndose daño los unos a los otros. Las sed de justicia donde nunca la ha habido, de venganza donde los sentimientos ocupan el lugar de la razón y la violencia y el autoritismo son columnas de soportes de personalidades y de honras. Muchos hombres y mujeres comenzaron a entender que los problemas en el seno de las comunidades principalmente se podían resolver haciendo trabajos con el habilidoso, con el brujo o con el curandero, y comenzaron a acudir a ellos y pedirles hasta que mataran a los que se les ponían en medio de los caminos de sus vidas. Los resguardos pueden ser funditas de tela o plásticas de distintos colores que se enganchan a la ropa o se dejan prender del cuello, que pueden tener oraciones, naturalmente preparadas.
El asunto más difícil es cuando un resguardo tomado para conservar la vida, haciéndole la agonía mas larga y pesarosa hasta el extremo de obligar a los allegados a tomar medidas para liberarlo de este. Personas medio muertas que solo son aliento y sufrimiento.
El azabache que se les pone a los niños recién nacidos para protegerlos del mal de ojos de las brujas o de gentes de miradas complicadas, es el resguardo mas aceptado en nuestra sociedad.
Los resguardos tienen miles de hacedores en todo el país, habiendo lugares donde solo no están resguardados los que no han nacido, mientras la gente viven con apodos porque, para hacerles algo malo tienen que saberse sus nombres correctamente, y muchos de los que han causado daños temen que se les devuelva, por que mal devuelto no tiene cura.
Los brujos
Todo el territorio de la nación dominicana esta lleno de hombres y mujeres generalmente iletrados, aunque hay sus excepciones, que argumentando que han sido llamados espiritualmente para ello, de una u otra forma se dedican a la sanción de enfermos, la adivinación y el uso de los mas creativos e insólitos métodos para resolverle los problemas cotidianos o de excepción a quienes acuden a ellos con mayor o menor acierto, manteniendo un clientelismo permanente y llegando algunos a tener fama que trasciende las fronteras de sus localidades y hasta del país.
Cada uno de estos oficiantes posee uno o varios loas, seres, misterios, sane o luases, como se le llama aquí, que son divinidades inferiores, intermediarias entre la deidad suprema y los hombres.
El abuelo Lemba
Cuando era niño tenia la mente poseída por la libertad de vivir en armonía con su tierra y la de sus padres, la lejana África, con sus grandes valles y montañas que llegaban al cielo o Turey indígenas, con los que compartía sus inmensos desiertos y sus saltos de agua interminables. Creció como todos los niños, con su carga de inocencia y picardía, y, como todos los negros, traía en las venas el amor a la música de los tambores, al ritmo moviendo que se monta y lo posee todo, a los colores brillantes y relucientes.
Luego se hizo hombre y ocupo su lugar en la historia como el mas capaz de arrastrar hombres y mujeres a luchar por sus derechos y contra la esclavitud, alzándose en 1546, atacando el ingenio de San Juan de la Maguana y recorriendo victorioso buena parte de la isla, incluyendo entre sus hazañas el ataque al reducto indígena del cacique Enriquillo trece años después de su muerte, como represalia por la traición de este a la causa de libertad; Como venganza por los negros cimarrones y los indígenas que este entrego a los españoles en sus últimos años.
Dicen que fue un negro igual que él, confundido entre sus tropas, el que fulmino de un lanzazo y lo hizo caer de su caballo. Hoy de todo aquello apenas queda un arroyo que lleva su nombre y entre azua y San Juan de Maguana un lugar que se llama Villalpando en el cual, a mas de cuatrocientos años de ese hecho, los mulatos de esta nación dominicana recuerdan que fue cambiando de sitio después de la creciente de pancha que ocurrió en 1908.
En San Juan de la Maguana, había un lugar llamado Lemba al cual Trujillo le cambio el nombre por Sosa; A partir de esto se produjeron en el lugar una serie de incendios misteriosos que parecían interminables.
Por otra parte, volviendo a la época de Lemba, en la capital, al lado del Fuerte San Gil, en una puerta que había a su lado, en lo alto, los españoles mandaron a poner la cabeza de Sebastián Lemba para que sirviera de escarmiento a los demás esclavos, tomando ese sitio el nombre de Puerta de Lemba. Desde entonces no dejo de haber en la isla grupos cimarrones que se mantuvieron en pie de lucha, y aunque se mantengan vivas las fuerzas que tratan de negar y denigrar esa parte negra tan importante en nuestra historia, su ejemplo de abuelo glorioso emerge cada vez con mas fuerza.
Lemba es una voz africana pero en maya también tiene significado el cual es relámpago, así vive en el recuerdo de sus tropas libertarias, abrigadas con pieles de vacas y toros; gran capitán en la lucha permanente contra los perjuicios y las injusticias humanas y por que asumamos nuestra identidad multirracial.
Pedro el Cruel
Todavía algunos pescadores de la localidad de Sánchez y de sus alrededores lo sienten pasar por su lado y se les eriza la piel, a pesar de lo suave y lo rápido que se desliza su bote de cuatro remos. Dicen que la gente lo tiene como espíritu sonámbulo que nunca ha sido visto en tierra, que le pusieron ese nombre porque no tenia compasión con nadie y que hizo muchas averías.
Debió haber sido una mañana gris, fría y lluviosa, en la Francia del siglo XVII cuando alcanzo a ver la mujer que deseaba y no le correspondía luciendo su bonito embarazo, y se lleno de odio, para en un ataque de locura, matar primero el vientre para que no naciera la criatura y después a la muchacha.
Fue seguramente entonces cuando los vecinos juntaron todas las cuentas de su rosario y, comprendiendo que sus actos estaban dominados por la maldad, lo persiguieron hasta el mar, reapareciendo al poco tiempo en la isla Tortuga, tal vez en la persona de Pedro el Grande, uno de los más extraños piratas y filibusteros de la época.
Aseguran que fue condenado a no pisar nunca tierra alguna.
Tal vez fue solo un espíritu desde el principio y nunca se le conocieron ni las carnes, ni los huesos ni los ojos sin brillo que siempre fueron imaginados.
El baka del señor Mota
En el ingenio consuelo se recuerdan las historias de un perro grande que cambiaba de forma y de tamaño, que muchos entendieron que era el baka del José Mota, el cual se aparecía por todos lugares produciendo pavor entre la gente, que lo veía como la encarnación de todo lo malo, por lo cual le tiraban pedradas constante e inmisericordemente de manera que cada vez que los católicos iban los domingos a la iglesia alcanzaban a ver a José Mota cojeando y maltrecho.
Entre sus maldades se le acumulo el matarle los animales a los vecinos, como fue el caso de un día que una hermosa crianza de patos y patas se convirtió en un grupo de animales muertos sin sangre y sin cabeza repartidos por todo el patio.
El cadáver profanado
Cuando murió los familiares compraron el ataúd mas caro que pudieron y vistieron al muerto con un traje de casimir venido de Inglaterra, además de dejarle en los bolsillos su cartera repleta de dinero.
A los pocos días se supo en toda la comunidad que el cadáver del difunto había aparecido desnudo casi a flor de tierra.
La viuda, indignada, no sabia que hacer, hasta que se le ocurrió la idea de ir donde un brujo a pedirle que hiciera que el profanador se matara de alguna manera que ella se diera cuenta y lo mas pronto posible; dicen que el brujo bajo la cabeza un momento y cuando al fin la volvió a levantar fue para preguntarle si seguía con el trabajo, por que el profanador había sido un hijo del matrimonio y que la mujer mas indignada le dijo que si, que siguiera con el asunto.
A los pocos días se supo de la muerte en un accidente del hijo, y con el tiempo, cuando murió la esposa de este y el cortejo se desplazaba por la misma carretera en que se había accidentado el profanador, y mientras muchos del cortejo rememoraban la vieja historia en el más discreto silencio, al pasar exactamente por el sitio donde este se produjo y cayo su cuerpo desplazado, del techo del carro fúnebre se desprendió una corona de flores y marco el lugar ante la mirada atónita de los presentes.
Pompeyo el invertido
Fue de boca de un buzo del lugar que se comenzaron a oír de la existencia de ese espíritu de un muerto llamado Pompeyo, que azota y vive permanentemente en ese paradisíaco lugar en el cual se han dado cita a través del tiempo las indómitas y gigantescas canoas de las tropas errantes de los caribes, tripulaciones y capitanes de barcos, y piratas de todas las latitudes del planeta; Así como las redes de los afanes de sobrevivir en un mundo cada vez más elemental y más complejo de nuestra mulatada; Mas adelante, en juanillo, sitio de playa limpia de arena blanca y bajita, lugar de pescadores por donde paso a principios de siglo el dios Liborio procedente de la alta Maguana impartiendo nombres de santos y de santas y profetas entre la gente común, al igual que había pasado el pirata Roberto Cofresi con sus altas botas, su sombrero gigantesco y un farol en una mano mientras con la otra se ayudaba arrastrando unas cadenas que sonaban a metales aun entre las arenas mojadas, para quedarse caminando a cualquier hora durante tanto tiempo que todavía en el 1970 aseguran haberlo visto por la galera de Samaná.
Los pescadores describen a Pompeyo como un espíritu travieso, si se descuidan los bregan, y que ellos enterados de que todos los que se dormían en la bella isla de Catalinita de noche eran molestados y de que se sentían violados y gritaban como cosa que estaba pasando, inclusive que algunos hasta eran sacados del grupo y aparecían en la playa todos desmadejados y llenos de vergüenza, comenzaron a mortificarse, y que las cosas empeoraron cuando en ese lugar desierto comenzó a aparecérseles un hombre alto y de piel marrón con unas ropas como espumosas en los caminos, que cuando se desaparecía se convertía en una especie de conejito que les cruzaba rapidísimo entre los pies y se les perdía en los arbustos.
Del lago Enriquillo
El lago Enriquillo de hoy, a mas de 40 metros abajo del nivel del mar, se ha replegado como un niño ofendido hacia su cuna; Lo ha hecho otras veces, y como estos al olvidar lo que los ofende ha vuelto a crecerse, como hizo hace unos decenios acabando con sembradíos y arrastrando todo lo que encontró a su paso. En su longitud se recogen historias de luces que se alcanzaban a ver y cuando usted se acerca no encuentra nada, así como de almas que desandan por sus orillas. Dice un pescador que cuando el viejo Clemente murió, fueron muchos los que escucharon el chapoteo de las aguas y vieron un becerro misterioso entrar y salir del agua; dice también de lo bondadoso de ese hombre que daba lo que tenia para comer al que lo necesitaba. Se habla de la gente que se observa a lo lejos en sus orillas con ropajes blancos a las que nadie puede ver de cerca sin que se desaparezcan y que nadie duerme en sus riveras sin tener pesadillas.
Santa Elupina Cordero
Nació el primero de diciembre de 1892 en la sabana que le queda frente a la bahía de Samaná. Esta niña comenzó a crecer fuerte, pero más tarde se le presentaron dos enfermedades que le marcaron la vida, una que la dejo ciega apenas casi a los 11 años y otra que le afecto una piernita, pero que según quienes la conocieron no pudieron borrar de su rostro ni la alegría ni la dulzura que siempre la acompañaban. Sabana de la mar se llama el hermoso lugar donde se desarrollo esta historia, allí encontró la niña en las señoritas Aurelina y Dolores Pimentel, el señor Rubén Contreras y otros, quienes le leyeran libros y más libros diariamente en el momento en que lo necesito, aprendiendo, además, a tocar guitarra, lo cual le permitió ponerle música o acompañamiento a los himnos y oraciones de alabanza a su Dios, que componía continuamente, de manera que la labor que comenzó con dar consejos morales a través de historias heroicas y edificantes de amor para los niños y las niñas del lugar y que atraía ya a gentes de todas las edades que pedían consejos de todo tipo, y que fuera reconocida por el ayuntamiento local, el cual teniendo ya 27 años le construyo un local mas grande para que pudiera cumplir mejor su apostolado. Su fama crecía y su hogar era entonces un hospital donde curaba por medio de consejos y recetas que dictaba de tes, tisanas, pociones y curiosamente también con agua magnética; escuela donde se impartía clases; Sitio para curación de enfermos mentales, templo de oración y refugio para los caminantes, mientras ella, vistiendo sobriamente y con un enorme rosario, además de explicar que veía visiones, profetizaba cosas que luego sucedieron a sus discípulos y discípulas.