Santo Cristo de Bayaguana :
Por Manuel Arias
El moderno Archivo General de la Nación,
interesado por el rescate y preservación de la memoria cultural y religiosa
de nuestro país y, sobre todo, por la conservación de nuestra identidad
nacional, ha venido desarrollando el proyecto de historia oral «La
veneración al Santo Cristo de los Milagros de Bayaguana», desde agosto de
2007, el cual consiste en abordar la devoción al Santo Cristo, desde una
perspectiva de la historia oral temática que combina los rasgos biográficos
con los relatos testimoniales de los entrevistados haciendo hincapié en los
aspectos sociológicos y antropológicos de la manifestación religiosa.
La tradición de veneración al Santo Cristo de los Milagros permanece en el
tiempo. Está fuertemente marcada por el poder de la fe y el cumplimiento de
la santa misión en honor al Santo Cristo, sustentador de vida.
Las devastaciones de Antonio de Osorio, llevadas a cabo en los años 1605 y
1606, son un significativo hecho histórico que dio como resultado la
fundación del poblado de San Juan Bautista de Bayaguana el 5 de octubre de
1605, con los habitantes movilizados de los pueblos de Bayahá y Yaguana. Con
ellos, el surgimiento del primer acto de peregrinación forzada y la
aparición de la legendaria imagen del Santo Cristo de los Milagros, la más
venerada por su divinos milagros, que ha operado en los cientos y cientos de
peregrinos que van al Santuario el primer viernes de cada mes y durante el
ciclo anual de celebración de octubre a enero.
Sobre la aparición de la imagen del Santo Cristo de los Milagros, existen
diferentes versiones. Algunos autores, establecen que la imagen fue
encontrada por una niña ciega en la playa de Yaguana. En el acto de
construcción del nuevo Santuario del Santo Cristo, el 19 de enero de 2008,
el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, en su homilía, presentó lo que
él considera es la tesis más verosímil, fácil de explicar y aceptar:
«La devoción al Santo Cristo de los Milagros se remonta a los primeros años
de la presencia de los colonizadores en nuestra tierra. Se puede señalar
concretamente entorno al año de 1494, el momento en que apareció el Santo
Cristo en la playa de la Yaguana en el Norte de nuestra isla. Lo más
probable que este Cristo, fuera traído acá desde España por lo que venían y
el barco naufragara, y el Cristo fuera llevado por la zona hasta la playa.
Los habitantes lo acogieron con profunda devoción; al ser trasladados al
este de la isla crearon una comunidad con los pobladores de Bayahá y
Yaguana, dando origen a lo que hoy conocemos como Bayaguana».
La historia oral, viva en Bayaguana, mantiene en el imaginario de sus
pobladores que una fuerte sequía que azotó la región como la fuente que
originó la devoción al Santo Cristo en el siglo XIX. Así lo expresa Santiago
Germán, hijo de Tito Germán, quien ha sido un devoto de la tradición del
Santo Cristo por más de 90 años, entrevistado el 7 de diciembre de 2007, en
la fiesta de velación en la casa de Yica, en el barrio La Palma de
Bayaguana:
La tradición se dio en el 1800, porque hizo una seca muy fuerte y algunos
ganaderos tomaron la iniciativa de donar y ofrendar becerros al Santo Cristo
con el objetivo de que hiciera de sus poderes y trajera la lluvia, porque la
zona Este se estaba secando. Dicha tradición luego llego a convertirse en
una hermandad.
En la República Dominicana existen tres principales centros de peregrinación
espiritual que revisten una especial importancia religiosa desde los tiempos
coloniales; Higüey, la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia; La Vega,
el Santo Cerro, la Basílica de Nuestra Señora de Las mercedes y Monte Plata,
Bayaguana, el Santuario del Santo Cristo de los Milagros.
Sin lugar a duda, la provincia de Monte Plata y su municipio de Bayaguana,
ocupan una posición geográfica privilegiada en el Noreste del país, que les
permite comunicación con los pueblos del Norte y del Este, además, del
directo intercambio de cultura, costumbres, hábitos, tradiciones, músicas y
folklores que producen.
La celebración de las festividades de veneración al Santo Cristo de los
Milagros ha convertido al poblado de Bayaguana en uno de los principales
enclaves de manifestación religiosa y de fe del pueblo dominicano.
Manifestación que está representada por un conjunto de actos ceremoniales y
rituales religiosos que se mezclan con lo popular. La herencia sincrética
religiosa y cultural ha penetrado el presente desde un pasado remoto. Sus
componentes materiales y espirituales son conservados, reproducidos y
recibidos en la conciencia del pueblo de Bayaguana; han derivado en gran
parte de la cultura compartida por toda la región y más allá.
¡Oh, oh, oh…
Santo Cristo de los Milagros
échame la bendición,
oh, oh, oh… …
para cumplir la santa misión,
oh, oh, oh…!
Al compás de esta tonada, rimada meditada y cantada entre los comisarios
soldados del Cristo, se da inicio a la fuerte jornada de acción, con la
celebración de la asamblea de comisarios el primer viernes de octubre.
Continuando con la temporada de «alborada o velaciones», «cantina de toros»,
« serenatas» y «cruces de banderas», hasta el 28 de diciembre, cuando entran
los toros del Cristo al Santuario. Alcanzando así, la gran culminación de
las festividades el día 1 de enero, con la subasta de los toros (cuyos
fondos van en beneficio del templo) y la procesión del Santo Cristo en
Bayaguana.
«Recorremos todas las zonas desde el día 3 de octubre, hacemos una asamblea
en el municipio de Bayaguana con todos los comisarios de la zona y de la
República entera. Luego, arrancamos en cada sitio con su respectivo
Comisario. En cada sitio hay 6, 8 y 10 Comisarios Menores con un comisario
mayor que los dirige a todos. Empezamos por hacer serenatas, Cruce de
Banderas y oraciones en todas las casas devotas que nos llaman. Buscamos
becerros y limosnas que nos regalan hasta el día 28 de diciembre».
Esto nos contó Catalino Mejía Peguero, Comisario Mayor del Cristo en Dajao,
Bayaguana.
La Hermandad de los Comisarios del Santo Cristo de los Milagros, esta bajo
la dirección del padre Gregorio Berroa Bello, director del Santuario y de la
iglesia San Juan Bautista y de las Monjas de la Orden del Cardenal Sancha.
La modalidad organizativa esta basada en la jerarquía de comisarios.
Siguiendo un orden jerárquico, comisario mayor de mayores, comisario
mayor-mayor, comisarios mayores y comisarios menores. Estos cargos tienen un
carácter hereditario, lo cual ha posibilitado la continuación de la
tradición. En la actualidad, el cargo de comisario mayor de mayores está a
cargo de Wenceslao (Lalito) Rosario, nieto de Arcadio Rosario, y el
comisario mayor mayor del Este, Amado Laureano.
El cumplimiento de la santa misión
Marcos Luna nació en Antón Sánchez, Bayaguana, en el 1933. Desde joven se
dedicó a la agricultura y a la tradición religiosa. Actualmente, es
Comisario Mayor del Santo Cristo y de la Virgen de la Altagracia,« mi padre,
antes de morir, me dijo que debía seguir la misión del Santo Cristo y de la
Virgen, yo la he seguido. En este tiempo todo el mundo hace la recolección
al Santo Cristo. Los que estamos dedicados al Santo Cristo dirigimos eso.
Nosotros hacemos una recolección para entregarla el 28 en Bayaguana al Santo
Cristo de los Milagros, recolectamos los becerros, recolectamos el dinero
para la iglesia».
Isidora Soriano (doña Sisa), oriunda de Monte Plata, dedicada a las labores
agrícolas durante su juventud. Con mucho amor y pasión está entregada a las
actividades religiosas en la región por más de 35 años. Ha tenido la
oportunidad de trabajar junto a los más respetados comisarios, como fueron
Manso Santana y Aurelio Tolentino. En la actualidad, trabaja junto a
Wenceslao (Lalito) Rosario, comisario mayor de mayores del Santo Cristo y
con el Señor Bernardo Leyba, comisario mayor de San Antonio de Padua en
Monte Plata: «Yo me puedo estar muriendo, pero cuando llegan esos tiempos de
echarme la bandera al hombro, olvide, ahí me siento bien, me siento bien
gracias al Señor».
El señor Álvaro Sánchez, dueño de casa de la tradicional alborada que heredó
de su padre Rogelio Sánchez, la cual se celebra el 6 de diciembre en Plaza
Cacique, Monte Plata, nos contó:
«Creemos en esta fe, uno cuando llega este tiempo como que se revive, aunque
uno esté viejo. Todo esto tiene un significado grandísimo para nosotros, por
la razón, de que creemos en el Santo Cristo y en la Virgen de la Altagracia.
Entonces, cada vez que uno está atacado con cualquier cosa o con problemas,
de cualquier clase que sea, para que le cuide la familia uno cree mucho en
esta tradición».
Las romerías a pie y a caballo son parte integral de la veneración al Santo
Cristo de los Milagros. Comprende un acto de manifestación de fe, expresada
en el sacrificio a que se someten los fieles creyentes peregrinos, en busca
de la sanación, el pago de la penitencia y la adoración al Santo Cristo.
Martina Pascual de los Santos de Los Mapolos, Sabana Grande de Boyá, tiene
34 años de edad, es hija de segunda generación de peregrinos en su familia,
entrevistada el 26 de diciembre de 2007, en Antón Sánchez, Bayaguana, en la
fiesta de serenata en casa de doña Elvira, en la ruta hacia Bayaguana,
relató:
«Salimos a pie ayer de Sabana Grande de Boyá, en los caminos hay mucho lodo,
mucha yerba, mucho broque. Esta es una fe que seguimos, y nos gusta andar
detrás del Santo Cristo, él paso más que nosotros».
Estevanía Antuna (Iris) de Mata Palacio, Hato Mayor, reina y comisaría del
Cristo, creadora de salves y versos, entrevistada en Cocinero, Bayaguana, 28
de diciembre de 2007, en la ruta hacia el Santuario de Bayaguana, nos dijo:
«Desde los 10 años estoy andando en esta romería. En vez de irme cansada me
voy más alegre, por la fe; esto sale de adentro».
Gertrudis Fabián Leyba, jinete del Cristo y de la Virgen entrevistado en
Plaza Cacique, en la fiesta de alborada de Álvaro Sánchez, nos relató:
«A nosotros que nos gustan los caballos, somos jinetes que seguimos la
tradición. Vamos donde quiera que haya una alborada. La misma fe nos lleva a
juntarnos a congregarnos, de un paraje y otros parajes. Hacer morada en
muchos sitios que en vehículo no podemos llegar, es una especie de honor al
Cristo».
El esplendor con que se muestra la exaltación y veneración al Santo Cristo
de los Milagros, constituye todo un complejo intensamente religioso que se
manifiesta en la acción de los comisarios, peregrinos y creyentes impulsados
por su fe y devoción en el cumplimiento de la santa misión.
Las promesas y los divinos milagros del Santo Cristo
El acto de promesa es el ofrecimiento que realiza el creyente al Santo
Cristo con la finalidad que realice una obra piadosa. El tipo y la
naturaleza de la promesa son muy variados, dependen de las necesidades
materiales y espirituales de los creyentes. Esta puede ser: llevar un velón
al Santuario, a un altar de una velación o el ofrecimiento de una velación,
serenata, cantina de toros; también, ir al Santuario a pie con un
determinado vestido o traje, con un paño amarrado en alguna parte del cuerpo
con dinero. La naturaleza más característica, es la sanción, la bendición y
la penitencia.
Beatriz Puello, nació en El Guanito, Bayaguana, en 1960; la entrevistamos el
28 de diciembre 2007 en Cocinero, en la ruta de peregrinación hacia el
Santuario. «Bueno, yo entré a esta fe por caso de enfermedad, hice una
promesa andar a pie y vestirme de este saco que tengo y dejarlo allá».
El padre Gregorio Berroa Bello, director del Santuario del Santo Cristo, nos
ofreció la siguiente explicación: «Muchas personas vienen a dar gracias a
Dios por los recibidos de parte Él y hacer promesa. También hacer, digamos,
un acuerdo con Dios; “bueno, señor, Tú me concede esto en este año y yo
(…)”; la gente así va dando gracias a Dios y creando nuevos deseos»
El acto de promesa se convierte en un hecho trascendental en la vida de los
creyentes, que al ver materializados sus significativos deseos y bendiciones
van construyendo una relación única entre ellos y el Santo Cristo, por la
concesión de sus divinos milagros que les dan sentido de fe y devoción. Como
nos dijo don Marcos Luna: «Nosotros les pedimos al Santo Cristo, “ayúdanos a
conseguir nuestros pan, Santo Cristo ayúdanos a esto” y Él nos concede».
La peregrinación del Santo Cristo: rutas, paradas y puntos de encuentros
La peregrinación al Santo Cristo está compuesta por dos redes que cubren los
puntos geográficos del Norte y del Este. Catalino Mejía Peguero nos narró:
«Las rutas se han establecido en base a los Comisarios del Santo Cristo. En
cada ruta hay dos, tres y cuatros comisarios mayores, el Padre y los
comisarios dirigen esas rutas».
«Desde Yuna y Sabana Grande de Boyá vienen caminado a pie comisarios y
peregrinos llegan el 25 de diciembre a mi casa (Antón Sánchez), amanecen
allá. Hacemos una fiesta el día entero, matamos un becerro, se toca atabales
y van muchos Comisarios. El 26 los peregrinos arrancan para Dajao, donde
Chicho Rosa Y Santo Concha, el 27 cogen para donde Lalito, en Cañuelo, ahí
se amanecen comiendo, bailando y haciendo historia, hasta que salen el 28
para Bayaguana que es donde termina».
En cambio, «gran parte de los comisarios y peregrinos de del Este se reúnen
el 25 de diciembre en la Guajaba, el Seibo, donde él comisario mayor del
Cristo para el Este Amado Laureano. En la noche celebremos el responso del
velorio. Al día siguiente, el 26 de diciembre continuamos la peregrinación
hacia Hoyocinto, Hato Mayor, donde son recibidos por la señora Evangelista
Santana en la Ermita del Cristo. En este lugar, los comisarios y peregrinos
van al río y a media tarde dan inicio a rezos, a cantos de plenas, salves y
toques de atabales. El 27 por la mañana salimos para Cocinero, y luego salen
hacia Bayaguana el 28 tempranito», nos narro José Santana Guerrero,
comisario mayor del Cristo en Higüey.
En este ambiente festivo tradicional, el día 28 de diciembr, el pueblo de
Bayaguana ha perdido completamente la quietud y tranquilidad que lo
caracteriza. El Santuario abarrotado de gente, la romería a pie y a caballo
de las redes del Norte y del Este, irrumpen en el pueblo con los toros del
Cristo. La gente sobresaltada, todos lucen alegres y emocionados, guiados
por las salves y plenas del Cristo que cantan los romeros. La algarabía
aumenta después de la bendición del padre Gregorio a los toros del Cristo.
En el parque se inicia el baile a los toques de palos y de merengue con
güira y acordeón. Los comisarios, creyentes y peregrinos del Cristo,
jubilosos, comienzan a despedirse, esperando la ocurrencia de nuevos
milagros del Santo Cristo. ¡La fuerte jornada de acción ha terminado!
Publicado por Manuel Arias
de la Cruz