www.dominikano.com: Salto el Limón : Recuentos de Nuestra Historia

Salto el Limón :

 

 

Desde que un grupo de pilotos descubrió por accidente el Salto del Limón al sobrevolar sus inmediaciones en 1981, este paraíso natural forma parte del portafolio de templos ecoturísticos de República Dominicana y uno de los lugares más paradisíacos del país, según el portal www.ecoturismo.com.do.

Asimismo, la compañía Caoba fue la primera en vender al Salto del Limón como una ruta obligada para los ecoturistas a partir de 1986, servicio que se le ofrecía a los visitantes extranjeros que llegaban al país por una experiencia distinta al trillado concepto de “sol, playa y todo incluido”.

Pero fue hace 15 años, en 1997, cuando las excursiones al Salto del Limón se convirtieron en una opción más de los visitantes del exterior hospedados en los hoteles de Puerto Plata, por lo que en 1998 los cinco ranchos que servían de hostales se unificaron y constituyeron la Asociación Comunitaria Ecoturística del Salto del Limón (ACESAR), que ha experimentado un crecimiento de 160% para ser integrada por 13 posadas campestres.

De esta forma, una hermosa porción de nuestro país que fue descubierta por accidente, significa la base de sustento de cientos de personas, al tiempo que coloca a miles de turistas internos y externos al año en contacto con la madre naturaleza de una forma singular.

Ir al Salto del Limón es toda una aventura. Todo inicia al levantarse a las 5:00 A.M, a toda prisa, para que el autobús no se vaya, sin contar con ocupar buenos asientos. Sentarse cómodo es un rubro invaluable cuando se trata de un viaje de dos horas y media, que comprende 250 kilómetros entre Santo Domingo y el municipio de El Limón, en Samaná.La perfección hecha paisaje

Fuentes: Angélica/ Lisselotte /Adrian /Anderson

Salto del Limón de Samaná :

La Cascada del Limón forma parte de la gran cantidad de atractivos paisajísticos que posee la península de Samaná. El potencial turístico que posee esta región ofrece la posibilidad de promover un turismo que vincule la generación de beneficios mediante el uso razonable de los recursos con la conservación de la naturaleza.

Sin embargo, hasta ahora la región está desarrollando un turismo más bien tradicional. La mayoría de los turistas compra los paquetes todo incluido desde sus países de origen, lo que limita notablemente los beneficios económicos en los destinos. Este tipo de desarrollo turístico, además, puede resultar nocivo para el medio ambiente.

El Diagnóstico del Sector Turístico de la Provincia de Samaná del año 1996, confirma esta problemática. Los afectados locales reconocieron la necesidad de desarrollar soluciones y cambios.

En busca de un mejoramiento, la ONG CEBSE (Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno) promueve estrategias para el desarrollo sostenible del turismo (Plan de Manejo Integrado para la región de Samaná, 1996). Este plan implica el involucramiento de los grupos comunitarios locales y oportunidades de ingresos para éstos por medio de prácticas ecoturísticas reguladas.

Alrededor de la cascada viven aproximadamente 1.500 personas en las localidades rurales Rancho Español, Arroyo Surdido, Loma de la Cruz y El Café. El 10% de la población trabaja directamente en el turismo y muchas familias obtienen beneficios indirectos. En el turismo, que empezó a introducirse hace unos 15 años, muchos ven una alternativa económica más atractiva que la agricultura.

Sin embargo, surgieron problemas no previstos por las comunidades. Esta nueva forma de trabajo distorsionaba las costumbres sociales y surgieron el individualismo y la falta de compañerismo, lo que no es muy usual en la población rural. Aumentaron las competencias y los conflictos por intereses opuestos y la calidad de los servicios turísticos disminuía.

CEBSE intentaba generar una base de confianza entre los grupos comunitarios. Juntos iniciaban actividades para mejorar la situación, como por ejemplo la rehabilitación y el mejoramiento de los senderos. Poco a poco la gente empezó a organizarse y a actuar de forma colectiva para mejorar sus servicios y sobre todo para defender sus intereses ante actores como los operadores turísticos. En talleres formularon sus expectativas y se analizaron las fortalezas y las debilidades. Temas importantes de la discusión eran la organización comunitaria, el turismo en general, las áreas protegidas y el ecoturismo, el mejoramiento de los servicios turísticos, los problemas sociales, otras actividades económicas suplementarias al ecoturismo y la capacidad turística de la región.

Como resultado surgió la Asociación Comunitaria de Ecoturismo del Salto del Limón (ACESAL). Otro paso decisivo fue la participación de entidades públicas en los talleres de capacitación, lo que contribuyó a romper el hielo. Un papel importante jugaron también las continuas evaluaciones propias de las actividades.

RESULTADOS Y LECCIONES APRENDIDAS

Para regular la actividad turística, ACESAL (Asociación Comunitaria de Ecoturismo del Salto del Limón), CEBSE y la SECTUR (Secretaría de Turismo) discutieron y elaboraron de manera participativa un plan de normas de uso y control del área. Este proceso fue histórico, porque era la primera vez que esta instancia gubernamental realizaba normas con previa consulta y aprobación de las comunidades. Otro resultado era la formación de una asociación comunitaria integrada por 200 miembros de cinco comunidades para realizar actividades conjuntas para el mejoramiento y el manejo sostenible de las actividades ecoturísticas. Hubo una mejora considerable en la infraestructura y la oferta turística y asimismo un mayor reconocimiento de la importancia de la conservación de los recursos naturales. Se organizan acciones voluntarias para mejorar la calidad del lugar como por ejemplo operaciones de limpieza o iniciativas de reforestación.

A pesar de que la directiva y las subcomisiones de ACESAL se reúnen periódicamente y realizan acciones positivas, existen debilidades en la toma de decisiones, en asumir responsabilidades compartidas y en el funcionamiento de la misma asociación. Sin embargo, la ACESAL ha comenzado a dar sus primeros pasos.

Actualmente existen 12 microempresas que ofrecen excursiones con guía a pie o a caballo hacia la cascada o las playas y las cuevas de la región, así como comidas típicas y venta de artesanía local, cacao o café orgánicos. En la actividad turística trabajan casi 200 personas de manera directa. El Salto del Limón recibió aproximadamente 20.000 visitantes en 1998. El número creciente de visitantes hace crecer las expectativas puestas en el turismo, pero también aumentan las desilusiones.

La autora es asesora en el Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su entorno (CEBSE) y cooperante del DED (Deutscher Entwicklungsdienst /Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica)

Fuente: Turismo visión